‘Conectar’ con aquel lugar al que íbamos cuando éramos jóvenes...

Un lugar te trae recuerdos de aquellos días que viviste, donde fuiste más o menos feliz, de aquella persona que eras. Lo importante es que ese recuerdo sirva para volver a conectar con lo que aún eres.

Es lo que les ha pasado a las personas que residen en el Hogar Isaías de Cáritas Madrid. Han vuelto a la sierra madrileña por unos días, en concreto a Cercedilla, lugar de recreo para muchas madrileños y madrileña. Y lugar de recuerdo para muchas de ellas, donde “hacíamos acampadas con la familia” como han contado. 

Hablamos de personas mayores de 55 años que por algún motivo en sus vidas se vieron desconectadas: desconectadas de sus redes de apoyo, desconectadas de un hogar, de un trabajo, en definitiva, desconectada de sí mismas.

En el Hogar tienen la oportunidad de volver a relacionarse con otras personas en su misma situación y encuentran un hogar de nuevo. Y lo más importante, conectan con aquel niño, niña, joven o adulto que fueron, y que no han dejado de ser. Ahora han recuperado la dignidad en un espacio seguro, han recuperado la ilusión y se ha recuperado a ellas.

La estancia en Cercedilla, junto a las personas voluntarias, las Hermanas de la comunidad de vida y las personas de los equipos técnicos de Cáritas Madrid, ha estado repleta de actividades, como rutas de senderismo, paseos por el pueblo, juegos, noches de cine o tardes de piscina entre las montañas.

”No queríamos volver, lo hemos pasado genial, como una pequeña familia, que es lo que ahora somos”, nos decían sonriendo.

Porque estos días en Cercedilla han sido para las personas del Hogar unas vacaciones en plena naturaleza, donde charlar, compartir y reír con aquellas carcajadas que resuenan al eco de su juventud, de esos días en la sierra.