«Trato de hacer de este sitio mi hogar»
9 de Diciembre de 2025Entrevista a Luisana Celis, acompañada desde el Servicio Diocesano de Empleo
Luisana había llegado desde su país, Venezuela, huyendo de la violencia. A sus 34 años dejaba tras de sí familia y un buen trabajo. En sus zapatos traía formación, juventud y sueños. Y, tras ellos, vino en busca de lo que «quiere cualquier persona —nos decía entonces— una vida feliz, un trabajo, una casa, una familia…».
«Somos los hijos de la nada». Me lo decía Luisana hace ahora un año. No fue fácil, «sentí temor y vergüenza». Ahora la situación es muy distinta: tiene un trabajo y expectativas de tener un hogar propio.
¿Qué ha pasado en este tiempo? En este tiempo, han evolucionado su situación y su manera de ver las cosas. Ha pasado por trámites administrativos no fáciles hasta conseguir regularizar su situación y el permiso de trabajo. En este proceso se ha encontrado con muchos síes, y con algún que otro no. Asegura haber conocido a «personas maravillosas, que han sido esenciales en este caminar». Y, caminando, sus sueños la han traído hasta la situación actual en la que su sonrisa es, si cabe, más amplia. «Estoy muy feliz y muy plena», afirma tajante.
A través del Servicio Diocesano de Empleo de Cáritas Madrid, la derivaron para que participase en un proceso de selección de personas que Inditex ponía en marcha para dar una oportunidad de formarse y trabajar a mujeres adultas en Madrid. «Todo conspiró a mi favor, en Cáritas me ayudaron a prepararme, y pude optar al puesto». Así contado parece fácil, pero el proceso requería de compromiso, entrega y ganas, como las que puso ella. «Ha sido un proceso cuidado y con mucho mimo, y esto me ha permitido que ahora pueda ir a trabajar con ilusión, y con el deseo de que nunca pierda esta ilusión. Llevo siete meses contratada, con unas condiciones de trabajo dignas, en un espacio donde aporto y donde me siento valorada».
Le pregunto a qué cree ella que se ha debido esta oportunidad. «Creo en la aptitud y actitud, es cuestión de ver la oportunidad y aprovecharla, de ser agradecida y de tener muchas ganas». A quienes están en la situación en la que ella estaba, les diría que amplíen su mirada, más allá de la mala situación que atraviesan. «Hay gente que de verdad quiere ayudar, pero hay que ser paciente y sanar; hay que tener un espacio de reconciliación con uno mismo y tener un espacio, no de entender, porque hay muchas cosas que no se entienden, pero sí de aceptar lo que ha pasado y darle la vuelta para ver qué se puede aprender de lo pasado y qué se puede mejorar». Resiliencia, diríamos.
Ahora Luisana está en otra etapa, «una vez cubiertas las necesidades básicas, estoy más enfocada en mi crecimiento personal, quiero estudiar algo más, pienso en tener a mi familia cerca y en crear mi propia familia acá; también me gustaría ampliar mi red de amistades porque, aunque está muy bien tener un trabajo y un hogar, hay cosas más allá, y la soledad a veces pega fuerte, sigo estando sola y emocionalmente es duro —y se hace un silencio que brota de la nostalgia—».
Paso a paso. Sueño a sueño. ¿Con qué sueñas? «Trato de hacer de este sitio mi hogar»