Cómo educamos en un ocio saludable
Cáritas Madrid 6 de Marzo de 2018En el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, las actividades de ocio suelen tener un carácter grupal, y se centran en salidas fuera del centro
En el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, las actividades de ocio suelen tener un carácter grupal, y se centran en salidas fuera del centro.
Cáritas Madrid. 6 de marzo de 2018.- Una de las áreas que se “trabajan” con las personas atendidas en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, CEDIA, es el ocio. Un mal uso del ocio puede conllevar problemas de adicciones, por ejemplo, cuando el ocio se vincula al consumo de alcohol, hachís o cualquier otra droga. O puede contribuir a mejorar la salud, como cuando se practica un deporte, o al desarrollo personal, como cuando disfrutamos de la literatura o de la música.
Dadas las características de CEDIA, las actividades de ocio suelen tener un carácter grupal, y se centran en salidas fuera del centro, para romper con la monotonía del espacio y el tiempo que padecen las personas sin hogar: siempre en el mismo lugar, demasiado tiempo libre.
Habitualmente, estas salidas de ocio tienen lugar en fin de semana, momento en el que, por lo demás, la gente “normal” disfruta de su ocio. Y se recurre a los recursos socioculturales disponibles para cualquier persona, atendiendo al principio de que el ocio sea integrador. También procurando que cualquier persona atendida en CEDIA, donde la diversidad es la norma, pueda participar. Se trata de un ocio inclusivo, por tanto.
El equipo de fin de semana de CEDIA, organizó una visita al Museo del Aire. Una de las personas participantes en esta actividad, Juana (nombre supuesto para preservar su intimidad), quiso compartir, por escrito, su valoración de la actividad:
“Un día como hoy, tuve la oportunidad de compartir un agradable paseo con mis amigos y compañeros de CEDIA. Tuvimos una salida al museo del aire, acompañados por Lili, una de las trabajadoras del centro. Lo pasamos maravillosamente bien, todos reímos y disfrutamos del museo felizmente como una verdadera familia, son momentos que siempre recordaré porque siempre voy a estar agradecida por lo bien que me han tratado y por todos los amigos que tengo en esta Institución. Gracias Dios por tan maravillosa experiencia”.
Sin duda, habrá más ocasiones para la risa y el disfrute en grupo.