Esas visitas que nos conmueven y recuerdan que la ciudadanía tiene mucho aún por lo que luchar

Hoy nos ha visitado Gloria Cavanna, nacida en Madrid en 1934, miembro de la asociación de vecinos Valle Inclán situada en el barrio de Prosperidad desde el año 1977. Ha acudido con motivo del Día de la Mujer que, en el Centro de Tratamiento de Adicciones de Caritas Madrid, celebramos durante toda la semana realizando diferentes actos entre equipo y participantes que componen el centro de día.

Gloria ha venido para dar testimonio de sus vivencias como mujer desde que el feminismo no tenía nombre hasta hoy, cuando las manifestaciones son motivo de celebración y a las cosas se les va llamando por su nombre; también ha acudido en calidad de persona activista y referente de asociacionismo vecinal del barrio de Prosperidad, históricamente ligado a un fuerte movimiento comunitario.

Al hablarnos de individualismo, Gloria nos cuenta cómo este se ha hecho terriblemente fuerte entre nosotros sin darnos cuenta en los últimos años, arrastrando a su paso ese camino conjunto que es el único que nos lleva al progreso, ese que solo se da gracias a la colaboración de los unos con los otros, ese que como una riada quiere borrar.

Nos ha hecho reflexionar sobre las necesidades que tenemos todos los seres humanos de permanecer unidos antes las dificultades y de cómo los intereses económicos destruyen esas uniones en favor de que el dinero nos envuelva en una ceguera de individuos aislados.

Al hablarnos de drogas, prostitución, juego, pornografía, nos muestra desde sus noventa años de experiencia en esta vida, que todo lo que hay detrás son algunos pocos enriqueciéndose a costa del sufrimiento de muchas personas, familias y niñas y niños que no saben hacer frente solos a estos horribles peligros y necesitan de la comunidad para fortalecer su lucha con herramientas conjuntas.

Al hablarnos de inteligencia artificial, se le pone un gesto serio, ¿inteligencia? Sin educación y sin cultura no hay ciudadanía, no somos nadie en solitario, somos con los demás, somos humanos.

Al hablarnos de mujer, indica claramente: ¿por qué no? ¿Por qué la mujer ha creído a lo largo de la historia que no puede hacer algo? ¿Por qué las carreas técnicas no tenían nombres femeninos? ¿Por qué la mujer no? Pues ahora la mujer sí.

Y sí, dice Gloria, los chicos también lloran y nadie debe apartarles nunca de la preciosa labor que es el cuidado del otro, ya no, porque el feminismo no es menospreciar al hombre, el feminismo es igualdad y la igualdad no es más que eso: igualdad.

Gracias Gloria, gracias por venir, por hablarnos tan claro y por tus años de lucha en favor de las mujeres, de los ciudadanos y tu compromiso social como líder vecinal.