Cerca de 170 mujeres, y sus bebés, forman la "gran familia" del Hogar Santa Bárbara
Cáritas Madrid 10 de Septiembre de 2019En sus nueve años de trayectoria, lo que en su día fue una residencia de mayores, es, desde 2010, una residencia que acoge a mujeres gestantes o que acaban de dar a luz. Además de sus niños y su juvendud, todas las chicas que allí conviven tienen en común la ausencia de una red social o familiar que les acompañe en este momento tan dulce, y a veces tan difícil, de la vida. Aquí encuentran una auténtica familia.
En sus nueve años de trayectoria, lo que en su día fue una residencia de mayores, es, desde 2010, una residencia que acoge a mujeres gestantes o que acaban de dar a luz. Además de sus niños y su juvendud, todas las chicas que allí conviven tienen en común la ausencia de una red social o familiar que les acompañe en este momento tan dulce, y a veces tan difícil, de la vida. Aquí encuentran una auténtica familia.
Cáritas Madrid. 10 de septiembre de 2019.- Solo el año pasado, en Cáritas Madrid atendimos a más de 600 mujeres en situación de vulnerabilidad en nuestros recursos destinados a ellas, ya que son un colectivo especialmente vulnerable. El Hogar Santa Bárbara es uno de ellos. Es una residencia con un clima cercano y familiar en la que conviven once mujeres cuyo denominador en común son sus niños.
Santa Bárbara acoge a mujeres gestantes o que acaban de dar a luz y ha sido protagonista del programa Últimas Preguntas de este domingo en La 2. “Es una casa grande para poder acoger a mamás en su periodo de gestación para ayudarlas en el cuidado de sus niños. La mayoría de ellas pasan por esta situación por primera vez y ninguna de ellas tiene ni recursos ni red familiar o social que las apoye”, explica Concha García responsable del Área de Mujer de Cáritas Diocesana de Madrid.
En lo que en su día fue una residencia de mayores, desde 2010 conviven once mujeres con sus niños que conforman una gran familia, junto a las Hermanas de AMICO (Amistad Misionera de Cristo Obrero) y las personas voluntarias que acompañan a las chicas en este momento tan bonito y en ocasiones difícil de sus vidas. En estos nueve años, han pasado por el Hogar unas 170 mujeres.
El caso de Paola
Paola es de Nicaragua y es una de las mujeres que está en el Hogar. Salió de su país embarazada y aunque tenía trabajo en España, al conocer su estado, le avisaron de que no podía continuar. “Cáritas Madrid me resolvió mi problema. Me acogieron muy bien las hermanas, la trabajadora social, los responsables del Hogar… ¡A veces piuenso que nos dan demasiada ayuda!”, bromea. Aquí, todas nos sentimos identificadas porque tenemos algo en común que son nuestros hijos. Aunque hay diferentes culturas e ideas, aprendemos todas de todas y nos ayudamos”, relata.
Paola afirma que se veo en el futuro trabajando en España, junto a su hijo. “Aquí estamos un tiempo, tenemos que aprender a salir adelante”, explica Paola.
En el Hogar Santa Bárbara reciben lo necesario para vivir durante seis meses tras la gestación de sus bebés, pero tanto o más importante es el afecto y acogida que tienen en un momento muy vulnerable de sus vidas. La Hermana Francisca, de AMICO, lo explica: “Nuestra misión es que no sientan que están solas tanto en los momentos bonitos como en los difíciles. Nosotras les acompañamos para da a luz, pasamos con ellas si así lo prefieren. Posteriormente, si un bebé tienen que ir al médico vamos con ellas”, relata. Y también por las noches. Cada noche una de las hermanas está de guardia y acompaña a las madres en los desvelos de sus bebés. “Son capaces de adivinar por el llanto qué bebé es el que se despierta”, afirman las chicas que conviven en Santa Bárbara.
El prefil de las residentes en el Hogar es el de mujer de 29 años de media de edad, sin empleo empleo ni red social o familiar que les apoye. “Cada una lleva una historia en su mochila, pero con el denominador común de no tener un apoyo en un momento en sus vidas en el que necesitan algunos cuidados y atenciones”. Ése es el objetivo del hogar: crear una familia para que las acompañe en estos momentos.
Según relata la Hermana Francisca, todas ellas tienen también otro punto e común "La valentía y el corage de tener a sus bebés en circunstancias muy difíciles. Tienen la capacidad de no dejarse hundir”, dice la Hermana. “Tienen la capacidad de ver más allá, de ver que hay una luz que se le va iluminando en el camino”, añade.