Cartas de esperanza en días de soledad
Cáritas Madrid 25 de Marzo de 2020Los niños y niñas que acompañamos desde el equipo de Cáritas Madrid en la Vicaría V van a cartearse con los mayores de la Residencia Fundación Santa Lucía de Cáritas Diocesana para alegrar y hacer más entretenido su aislamiento por el coronavirus.
Los niños y niñas que acompañamos desde el equipo de Cáritas Madrid en la Vicaría V van a cartearse con los mayores de la Residencia Fundación Santa Lucía de Cáritas Diocesana para alegrar y hacer más entretenido su aislamiento por el coronavirus.
Cáritas Madrid. 25 de marzo de 2020.- La Caridad no cierra, eso es lo que desde Cáritas Diocesana de Madrid estamos comprobando y demostrando cada día con acciones llenas de solidaridad y corazón que no dejan de sorprendernos en estos días difíciles que estamos viviendo.
Estamos encerrados en nuestras casas, los autobuses se ven vacios y las calles, desiertas. Las dificultades se están viviendo de puertas hacia dentro en hogares donde las cosas no son fáciles, en los que viven familias en situación de vulnerabilidad o exclusión. Las personas mayores son otros de los grupos en los que ponemos el foco estos días. No solo porque el virus parece que les ataca con más virulencia, también por la soledad que la cuarentena les ha provocado o acentuado en estos días en los que no pueden salir a la calle y los familiares y amigos no pueden visitarles, ni verles.
Desde Cáritas Vicaría V han puesto en marcha una iniciativa que en palabras de la responsable de la Residencia de personas mayores de Cáritas Madrid, Fundación Santa Lucia, es “preciosa”.
La idea es que los niños y jóvenes de los proyectos de menores de Cáritas Vicaría V escriban cartas que lleven alegría y esperanza a los mayores de la Residencia que llevan semanas sin recibir visitas.
Esta idea tan creativa y solidaria ha sido muy bien acogida por las personas mayores de la residencia, que ya se han apuntado en la lista de receptores de las cartas de los niños. Además tienen toda la intención de contestar a todas y cada una de ellas para mantener una correspondencia fluida con los menores mientras dure este encierro necesario.
La vida en la residencia continua con la mayor “normalidad” posible, pero es cierto que nuestros mayores están viviendo unos días de soledad en los que añoran las visitas de sus hijos y nietos.
Cuando este confinamiento pase y la vida vuelva a las calles, estos menores irán a visitar la residencia para conocer a estos mayores con las que han compartido unas cartas llenas de anhelos, deseos, sueños y buenos propositos. Podrán ponerse cara y compartir una tarde en “familia”. Porque "La Caridad no cierra", como dice nuestro lema de campaña.