Carta del director: “En este nuevo curso comprometámonos activamente en favor de la justicia, la solidaridad y la paz"

No podemos comenzar este curso sin un recuerdo cariñoso hacia el cardenal Carlos Osoro. Le damos las gracias por su labor y dedicación a la diócesis durante los últimos nueve años, por su compromiso inquebrantable con los más vulnerables, los preferidos de Jesús, y por su cercanía, apoyo y cuidado a Cáritas.

Iniciamos el curso con el nombramiento del nuevo arzobispo, próximamente cardenal, don José Cobo, al que hay que agradecerle su disponibilidad y generosidad al asumir este servicio que le encomienda el Papa. Llenos de ilusión y cariño nos ponemos a su disposición y le brindamos nuestra oración y apoyo incondicional.

De cara al ciclo 2023-24 nos hemos planteado unos aspectos, transversales a nuestras tareas, a los que prestar especial atención y sobre los que hemos reflexionado en la reunión de comienzo de curso en Guadarrama. Se pueden resumir en tres epígrafes: acogida, voluntariado y comunicación.

Al hablar de Acogida tenemos como referencia una cita del papa Benedicto XVI quien en su encíclica Deus Caritas Est (31) decía:

«Cuantos trabajan en las instituciones caritativas de la Iglesia deben distinguirse por no limitarse a realizar con destreza lo más conveniente en cada momento, sino por su dedicación al otro con una atención que sale del corazón, para que el otro experimente su riqueza de humanidad».

Esta actitud debe brotar del corazón con todos, no solo con los que acuden a nosotros buscando ayuda. Se trata de integrar toda nuestra labor y nuestras relaciones en un estilo de encuentro que conjugue la calidad y calidez.

La segunda propuesta de trabajo es el voluntariado. Desde la identidad y misión de Cáritas, las personas voluntarias son esenciales ya que somos la comunidad cristiana que se preocupa de los hermanos necesitados. Estamos agradecidos por la riqueza que tenemos en Madrid con un gran número de personas comprometidas trabajando por los demás. Es también una misión de Cáritas acoger y encauzar las inquietudes solidarias de la sociedad. Necesitamos adaptarnos a la realidad que viven las personas que se acercan a nosotros ofreciéndose como voluntarios para recibirlos
y asignarles tareas, compaginando las necesidades con sus deseos y disponibilidad.

Por último, bajo el término comunicación, proponemos reflexionar juntos sobre qué tipo de mensaje transmitimos, tanto dentro de la Institución como fuera. Si el Evangelio es Buena Noticia, en Cáritas tenemos que ser portadores de esperanza y buena noticia. Corremos el riesgo de fijarnos solo en el dolor y sufrimiento que vemos a nuestro alrededor. Si bien no lo debemos ocultar, es más, es nuestra obligación denunciar las situaciones injustas, también tenemos que fijarnos en lo bueno que nos rodea. De esta manera no contribuiremos a la crispación que vemos a menudo en nuestra sociedad y pondremos un granito de arena en la construcción de la convivencia y la concordia. Dice el papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (159):

«Otra característica es el lenguaje positivo. No dice tanto lo que no hay que hacer sino que propone lo que podemos hacer mejor. En todo caso, si indica
algo negativo, siempre intenta mostrar también un valor positivo que atraiga, para no quedarse en la queja, el lamento, la crítica o el remordimiento».

Termino con una petición para todos y cada uno de nosotros, copiada de la oración del papa Francisco para la 109 Jornada Mundial del Migrante y Refugiado que se celebra el 24 de septiembre: «Oh, Dios, Padre todopoderoso, concédenos la gracia de comprometernos activamente en favor de la justicia, la solidaridad y la paz».

Feliz curso y un abrazo agradecido para todos,
Luis Hernández Vozmediano
Director Diocesano de Cáritas de Madrid