Cáritas es acompañar el desarrollo y crecimiento de las personas

Cáritas Madrid 20 de Septiembre de 2018

Actitudes para afrontar el nuevo curso desde un estar conectados a nuestra identidad más profunda e íntima (eso es estar con Jesús, volver a Él, pues volviendo a Jesús volvemos a casa, a lo que somos íntimamente)

Cáritas Madrid. 20 de septiembre de 2018.- Acoger a la persona, cuidar lo frágil, hacer las paces con la Naturaleza, aceptarnos en nuestras fragilidades y contradicciones como humanos que somos… He ahí actitudes para afrontar el nuevo curso desde un estar conectados a nuestra identidad más profunda e íntima (eso es estar con Jesús, volver a Él, pues volviendo a Jesús volvemos a casa, a lo que somos íntimamente).


Llegamos al final del curso dispersos y rotos en pedacitos, fuera de nuestro centro identitario. Se nos olvida que somos “imagen y semejanza de Dios” pero no somos el Creador. Crear no es producir, pues producir es repetir las cosas año tras año. La tradición no es repetir. La tradición es tomar el relevo a nuestra historia institucional y  recrear como han ido recreando los místicos en la Iglesia, los artistas en la sociedad civil. Es el activismo que nos quema. Y asentimos que sí a esto, pero no toleramos que nos muestren otras maneras de ver, pensar y actuar. Lo dicho: nos justificamos, nos defendemos. Y siempre es el otro al que hay que corregir o enseñar, porque siempre es el otro el que no sabe y claro, hay que enseñarle. Y confundimos endiosarnos con ser divinos, porque llevamos divinidad en nuestro ser. Por eso necesitamos tanto el cuidarnos y discernir lo que nos pasa para trabajar sobre ello, e ir mejorando día a día en nuestras acogidas.


Cáritas es acompañar el desarrollo y crecimiento de las personas, y esto ocurre cuando vistiendo al otro de dignidad nos despojamos y desnudamos de lo que nos estorba. Damos tiempo, presencia, recursos, actitudes positivas, y de paso nos desprendemos de aquello que nos impediría llegar desnudos a nuestra meta final. El cara a cara con nuestra verdad más plena.


Desarrollar personas hace que Cáritas acumule un patrimonio humano que ni la más exigente auditoría podrá baremar. Patrimonio humano presente en la mochila de cada persona voluntaria, educador, presbítero… Las personas somos seres en perspectiva, accedemos a la realidad desde una determinada perspectiva. La de Cáritas es ser apasionadamente, descaradamente subjetivos en favor de lo humano. Y eso nos hace confluir con otras perspectivas en una comunión de ángulos de mirada y de posicionamiento que nos importa y nos hace exportar una riqueza sin límites. Hablamos del “todavía no“, pero ya tenemos historia y experiencia de cosas, acontecimientos en el compromiso social, en nuestra vida institucional que son un “ya sí”.


El verano ha sido un momento para recoger y reposar en silencio a las personas que hemos acompañado, haya ido a buen puerto o haya fracasado. Silencio que conecta con nuestra Vida en todo lo que nos contextualiza con lo vivo. La Palabra, sea de la Escritura Sagrada, sea la escuchada y pronunciada con valor y sabiduría. Silencio y Palabra que retroalimentan la acción transformadora.


Feliz comienzo de curso agentes de Cáritas, cocreadores de humanidad.

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