Cardenal Osoro en Viernes Santo: «Al besar la cruz, dejaos besar por Jesucristo»

Cáritas Madrid 3 de Abril de 2021

El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha celebrado este Viernes Santo, 2 de abril, la Pasión y Muerte del Señor en la catedral de la Almudena.

Cáritas Madrid. 2 de abril de 2021.- Con la cruz como protagonista, la liturgia de este día ha estado marcada por el silencio y la sobriedad.

 

«Hemos escuchado una historia santa que nos hace santos a todos nosotros», ha destacado el arzobispo en su homilía, después de la proclamación de la Pasión según el realto evangélico de san Juan. Y de él ha destacado aquella exclamación de Jesucristo en la cruz: «Tengo sed». Con ella no se refería a la sed del cuerpo, sino al «deseo de Dios», que se hace patente en la historia del hombre, y más en estos tiempos de pandemia, cuando «en todas las partes de la tierra» los hombres experimentan que «hay sed de vida, que hay sed de sentido».

 

A su vez, ha subrayado, «el Señor tiene sed de mí, sed de mi amor, sed de mi vida». Con esa entrega que hace de su vida en la cruz se ha cumplido el amor incondicional de Dios, que se manifiesta en Jesús. «La desmedida del amor», ha puntualizado el cardenal. Porque «hoy Jesús prolonga su Pasión, pero no nos deja solos, nos regala su amor». Una Pasión que está presente en la historia de los pobres, de los humillados, de los que sufren, «en los enfermos por la COVID-19, en los ancianos que se sienten solos, en todos los que viven en el desamor y en la angustia...».

 

María, maestra del amor de Dios

 

Esta pandemia, ha puesto de manifiesto el purpurado, ha despertado de golpe al hombre de su delirio de omnipotencia: «Un pequeño virus ha bastado para recordarnos que somos mortales». Ante esto, ha recordado esas palabras pronunciadas en el rito de adoración de la cruz, «mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo». En ella está el Señor «acogiendo todas nuestras heridas». «Al besar la cruz, dejaos besar por Jesucristo –ha animado–, por el beso de amor que nos reconcilia» y «que nos hace revivir». Porque Cristo, desde la cruz, anima a «entregarle todo lo que te pesa […], todo lo que te agobia, todo lo que te entristece».

 

Al pie de la cruz estaba María, «una mujer excepcional» que experimentó en su propia vida el amor de Dios. «Jesús nos la regaló como Madre nuestra» y es Ella «la gran maestra del amor de Dios». Un amor que Él no quita nunca «aunque yo le dé la espalda». «Que nos abramos a la ternura de Dios», ha concluido el cardenal.

 

En la celebración han participado también los obispos auxiliares monseñor José Cobo, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal, además de una decena de presbíteros entre los que se encontraban el deán de la catedral, Jorge Ávila, y miembros del Cabildo.

 

Fuente: Archimadrid

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