Cardenal Cobo en la Almudena nos dice “Nuestra señora de la Almudena, nos ayude a forjar lazos, a tirar muros"

¿Qué más querríamos que llegue ya ese tiempo de plenitud donde todo sea nuevo? Y, sin embargo, vivimos tiempos extraños. Tiempos de profundos desencuentros. Es fácil mirar a cualquier lado y percibir la ira, la incomunicación, la dureza que se nos está instalando en la entraña”. Así lo ha subrayado este miércoles, 9 de noviembre, el cardenal José Cobo, en su primera fiesta de la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena, como Cardenal Arzobispo de Madrid. 

Ante las más de 3.500 personas en la plaza y las personas que lo han visto por televisión, el arzobispo de Madrid ha hecho una llamada a la convivencia, una convivencia que define como “la capacidad de salir de nuestro espacio para entrar en otro  donde aprendemos a asumir diferencias, y hasta conflictos, sin convertirlos en motivo para la destrucción del otro”. Ha remarcado que “la convivencia es diálogo, y es también discusión amable. Es tratar de trabajar por aquello que uno cree mejor para la sociedad. Pero sin convertir al rival en enemigo”.

El Arzobispo ha recordado que hoy es un día especial “donde acogemos la historia preciosa de estos 75 años” de la coronación canónica de La Almudena. “Es hoy, a los brazos de la Almudena, de la patrona de Madrid, donde confluyen muchos elementos que podrían darnos pistas para una convivencia valiosa y necesaria en nuestro mundo y nuestra ciudad”. 

Pistas desde María

El cardenal Cobo ha dedicado parte de su homilía a dar pistas desde María “a una convivencia valiosa y necesaria en nuestro mundo y nuestra ciudad”. Pistas no sólo para los creyentes “sino que van más allá y se ofrecen a quien desee caminar hacia el bien común”. 

La primera pista nos permite saber cómo acoger esa fraternidad, “María nos hace capaces de sentirnos parte de una historia”, donde “no entendemos Madrid sin su Almudena, sin la madre que aparece cuando se caen los muros, de tantos muros que creemos firmes”.  

En segundo lugar, el purpurado nos ha expuesto cómo entender la conviviencia desde “María, la Virgen de la Almudena, con Cristo a sus brazos,  nos anuncia, como esa imagen que se levanta en lo alto de la Catedral,  que en la fe hay un lugar donde se nos acepta como somos. O dicho de otro modo, sentir que hay un espacio seguro, un refugio, un lugar donde sentirnos en casa”.  “María os espera, como a Juan, en cada parroquia o comunidad cristina, como lo hace en esta catedral”, apostilló. Subrayó que “en una ciudad donde aparece la desesperanza en tantos lugares, donde la soledad y la falta de futuro para muchos hace sufrir a demasiados, especialmente a los más jóvenes, María nos lanza el reto de seguir sembrando  espacios de comunidad que muestren cómo es nuestro Dios y cómo nos acoge, tal y como hacen nuestras parroquias, colegios o comunidades cristianas”

En tercer lugar apostilló cómo entender el sentido de la fraternidad, también la Virgen de la Almudena, “al ponernos bajo sus ojos, nos enseña a sentir que todos estamos ante la mirada amorosa del mismo Dios . Como ella ha hecho en nuestra historia, hoy  también podemos sentirnos miembros de una misma familia humana, de una Iglesia y de una sociedad”. 

El cardenal Cobo terminaba pidiendo “que María, nuestra señora de la Almudena, nos ayude a forjar lazos, a tirar muros para que se vea su presencia, a colaborar en la búsqueda del bien común, a descubrir el rostro de Dios, y a encontrarnos, unos con otros, en tanto que compartimos. María, madre buena, ruega por nosotros  y por este Madrid que se pone, como Cristo, en tus brazos”.

Almeida renueva el Voto De la Villa.

Minutos antes, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha renovado el Voto de la Villa acercándose a Nuestra Señora de la Almudena “para implorar tu asistencia en esta catedral que es hoy el corazón de una ciudad, madrid, que es, a su vez, el corazón de toda la nación”. Ha comenzado Martínez-Almeida haciendo memoria del día en que la Virgen de la Almudena fue coronada en el año 1948 en la plaza de la Armería.

El alcalde de Madrid ha pedido por los madrileños, para que estén alerta «para atender las necesidades de los más débiles»; para que la ciudad de Madrid, «lanzada sin miedo a todo lo que de bueno pueda traernos el futuro, no olvide nunca sus raíces, sus tradiciones, su fe y su esencia propia»; para que se preserven «los destinos de España» y, por último, ha pedido por los gobernantes, «por mí el primero», ha dicho, para que no olviden que «a quien mucho se le ha dado, mucho le será exigido».