Campamento de verano en Marbella, donde los jóvenes "damos por hecho" la diversión

Lo verdaderamente grave es dar por hecho que el verano es un momento de disfrute para todo el mundo. Que podamos pensar que durante tres largos meses todos los niños y niñas tengan tiempo para jugar fuera; que hagan cosas que durante el año escolar no han podido hacer; que, cómo no, pasen varias semanas en una playa muy alejada de su ciudad. Dar por hecho que todo el mundo conoce el mar, o que, quien más o quien menos, puede ahorrar para pasar unos días de desconexión con su familia lejos de Madrid. En definitiva, dar por hecho nos puede hacer mucho daño como sociedad.

En Cáritas Vicaría IV, ubicada en Vallecas, se conoce muy bien la realidad social.  Si bien en Vallecas durante el año escolar muchos jóvenes pueden disfrutar de un ocio sano y de la compañía de sus padres, que no tienen problemas con respecto a la conciliación familiar, otros tantos, no.

Ver esta realidad social es lo que nos ha llevo a  Cáritas Madrid a  darnos cuenta de la necesidad de ofrecer espacios seguros para niños, niñas y jóvenes, y de darles alternativas vacacionales y de ocio. Así  impediremos que suceda, lo que cada día es más común entre estos adolescentes, que se den escenarios de prejuicios, estigmas y vulnerabilidad.

En este sentido, una de nuestras contribuciones es facilitar este disfrute y ocio saludable en igualdad, son las colonias y campamentos de verano que estamos organizando, y viviendo. Como el campamento de la Vicaría IV en Marbella, donde han participado 26 menores y un equipo de cinco monitores; hablamos de niños y niñas que participan en el Centro Educativo Integral de Menores (CEIM), donde se trabaja con ellos y ellas el refuerzo educativo y ocio saludable durante todo el curso escolar. Además de ofrecer una alternativa de vacaciones estivales, el principal objetivo del campamento es fortalecer la relación grupal así como entretejer lazos de amistad entre grupos de distintos.

En el campamento en Marbella las y los jóvenes han disfrutado de juegos, de una gymkana fotográfica por el Casco Antiguo, de la piscina y del mar. Y con estas actividades esperamos haber cumplido nuestro objetivo con la que ha sido, para los menores, "una experiencia única" y en muchos casos es la primera vez que realizan de este tipo.

Para muchos de los jóvenes esta ha sido la primera vez que han disfrutado del mar o de excursiones, en un entorno fuera del habitual y relacionándose con otros lejos de las tecnologías. Así agradecía la experiencia uno de los adolescentes, quien "quería expresar mis agradecimientos a los monitores del campamento, es el primero que hago y me he llevado una experiencia muy bonita. Nos ayuda a apreciar lo que tenemos delante sin entretenernos con cualquier dispositivo".

También para los padres esta es una forma de tener un respiro y conciliar con su trabajo, y agradecen ​"a los monitores por su labor, ya que mis hijos han venido encantados de haber pasado unos días con ustedes, ha sido extraordinario".