Caminando juntos por un mañana mejor

1 de Septiembre de 2022

Tres jóvenes voluntarios de Cáritas Diocesana de Madrid han completado el Camino de Santiago junto a otros jóvenes de otras Cáritas Diocesanas.

Un grupo de jóvenes voluntarios de Cáritas, pertenecientes a distintas Diocesanas de España, han realizado estos días el Camino de Santiago por la vía francesa desde Sarria. En concreto, de Cáritas Madrid han participado 3 jóvenes.

La ruta, bajo el lema 'Caminemos hoy por un mañana mejor' arrancó el miércoles y, tras seis jornadas, llegaron el martes a Compostela donde participaron en la Misa del Peregrino. Durante esta celebración, Julián Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela, subrayaba que “el voluntariado en Cáritas es acoger el Amor de Dios y transmitirlo a las personas”.
A lo largo de las distintas etapas, los jóvenes voluntarios han contado con encuentros para analizar lo ocurrido a lo largo del día y han conocido proyectos de Cáritas por las zonas que han pasado.

Este es el diario de ruta de Sara, voluntaria de Cáritas Madrid:

“Comenzamos está experiencia con el objetivo de descubrir los diversos proyectos de las quince Cáritas venidas de toda España y conocer a sus voluntarios jóvenes. Durante las 8 horas de viaje nos dio tiempo a presentarnos e ir memorizando poco a poco los nombres, hasta finalmente llegar a Sarria, nuestro  punto de partida.
La primera etapa de Sarria a Portomarín estuvo llena de emociones, ganas y sobre todo mucha motivación, a pesar de las largas horas de viaje del día anterior y lo temprano que tuvimos que comenzar a andar. Nos mantuvimos llenos de energía y con muchísimas ganas de conocernos. Fueron en torno a seis horas de etapa, haciendo un total de 23km aproximadamente, en los que fuimos hablando entre todos, riendo y exponiendo las ideas y pensamientos en común. Cuando por fin llegamos a nuestro destino, paramos a comer y a partir de ese día durante todas las tardes, tuve la suerte de conocer las quince Cáritas que nos acompañaban.
La segunda etapa fue más dura, era la más larga, un total de 25km llena de subidas y bajadas y a pesar de no llevar mucho tiempo juntos, nos apoyamos unos a otros para lograr llegar al siguiente destino: Palas de Rei.
La tercera, cuarta y quinta etapa fueron más amenas debido a que se reducía la distancia. No por ello significa que no existieran dificultades. Algunos compañeros tuvieron que abandonar por diferentes motivos. Sin embargo, continuaban unidos a nosotros y apoyándonos en todo momento.  Además, estas etapas nos sirvieron para aumentar nuestra confianza.
Como era de esperar, la última etapa fue la más emocionante y, a pesar de estar cansados, con agujetas y dolores en las rodillas y los pies, conseguimos sacar energía.  Pusimos las piernas en modo automático y comenzamos a caminar. Durante esta última etapa íbamos reencontrándonos con compañeros peregrinos que habíamos conocido anteriormente y que también nos apoyaron en momentos difíciles.
Todos estos momentos fueron muy valiosos, sobre todo en los últimos 5km, cuando llegamos a Monte Do Gozo, desde el cual pudimos divisar por primera vez la Catedral. En ese punto, nos reencontramos todos los compañeros, tantos los que continuábamos el camino como los que habían tenido alguna dificultad. Todo ello para terminar el camino juntos.
El momento más emotivo fue cuando entramos a la Plaza del Obradoiro, donde el sonido de la gaita nos indicó que por fin habíamos llegado. Una vez ahí, todos nuestros sentimientos salieron a la luz en forma de risas, abrazos, lágrimas...Nuestras voces al unísono cantaban y demostraban el éxito de nuestros esfuerzos”.

Así completaban esta experiencia que les ha ayudado a descubrirse más y conocer en profundidad lo que realizan los voluntarios jóvenes de las quince Cáritas participantes. Ahora ya de vuelta a su Cáritas de Madrid “con nuevos conocimientos, ilusiones y proyectos por hacer realidad”.

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