“Ayudar a los demás es lo que más satisfacciones puede dar en la vida”

Cáritas Madrid. 28 de marzo de 2019.- Desde hace más de 50 años, Loli es voluntaria de Cáritas en la parroquia de Santa Eulalia de Mérida, en Entrevías (Vallecas), donde además de atender la acogida parroquial los martes por la tarde, se encarga del Centro Educacional del Menor (CEM) los lunes, miércoles y jueves de 17:00 a 19:00 horas, con la ayuda de otros ocho voluntarios de Cáritas y participa en todas las iniciativas solidarias de la parroquia, que no son pocas.

La parroquia tiene ropero, reparto de alimentos una vez al mes, aulas de cultura, un grupo de vida ascendente, visitas a enfermos, reuniones con madres los miércoles por la tarde acompañadas por una psicóloga, una comida solidaria anual (pagada por los voluntarios), etc.

Desde hace muchos años, Loli colabora con Pablo del Prado, actualmente provincial de la congregación de los Hijos del Amor Misericordioso, pero hasta hace muy poco párroco de Santa Eulalia de Mérida. Se compenetran muy bien y siempre han formado un gran equipo. Ahora cuenta con el apoyo de Antonio, el nuevo párroco, que está también muy involucrado con las actuaciones solidarias de la parroquia.

Al principio las necesidades de las personas que acudían a Cáritas eran diferentes a las de ahora. Antes había mucha más pobreza, a pesar de lo cual las personas que acudían a Cáritas, muchas de ellas de pueblo, eran muy amables y ofrecían lo que tenían, aunque no tuvieran apenas nada. La generosidad y hospitalidad de la gente es algo que impactó a Loli desde un principio.

Desde muy pequeña, Loli lleva metida dentro la semilla del voluntariado. Recuerda que con menos de 12 años la quitaron un riñón y tuvo que estar varios meses ingresada en un hospital. La impactaron mucho las visitas que recibía en el hospital de voluntarios que llevaban juguetes, caramelos o que pasaban un rato con los niños enfermos.

Lo que más le gusta a Loli es el contacto con la gente, escuchar a las personas que se acercan a la parroquia con alguna necesidad.

Su marido la ayuda mucho y la apoya en todo lo que hace en la parroquia. Él también ayuda en lo que puede, al igual que sus hijos, que son muy buenos y comprometidos.

En la parroquia hay personas muy buenas que siempre están dispuestas a ayudar cuando hace falta.

Confiesa Loli que ha tenido mucha suerte de que la hayan dejado siempre hacer lo que quería, de que han confiado en ella. Tanto ella como Pablo se han sentido siempre muy queridos en la parroquia.

En el futuro, pretende seguir colaborando mientras no la "echen", como dice con humor. Recomendaría a todo el mundo hacer voluntariado con Cáritas, es algo que vale realmente la pena. Como dice Loli, la vida trae a todo el mundo cosas buenas y malas y cuando uno ve según qué situaciones aprende a valorar lo que tiene de verdad. Además, el ayudar a los demás es lo que más satisfacciones puede dar a uno en la vida.

Damos las gracias a Loli por su testimonio de voluntariado y la animamos a seguir con

su sonrisa, su optimismo y su generosidad. 

¡¡Gracias Loli!