Lo ‘aprendido’ al ‘servicio’ del cuidado de la salud de las familias del residencial

Estamos en una época de cambio de ciclo, donde ponemos el punto final al curso y damos la bienvenida al verano. En este sentido desde el residencial Jubileo de Cáritas Madrid se ha hecho una valoración acerca de lo que ha sido una innovadora iniciativa, que se ha llevado a cabo durante el curso escolar, de Aprendizaje y Servicio (ApS): una propuesta de mejora de la salud de las familias del residencial elaborada por un grupo de jóvenes de Formación de la Escuela Profesional Javeriana.

“Innovadora y motivadora” es parte del resumen de la evaluación de esta actividad, donde, por un lado, las y los jóvenes estudiantes aprenden a aplicar lo aprendido en las aulas al servicio de una mejora social; y por otro lado, las familias del residencial obtienen unas pautas que ayudan a su crecimiento personal, a través del cuidado de su salud. También, destacaban los tutores que les han acompañado, esta es una forma de reforzar valores y habilidades de comunicación y sensibilización.

Durante el proyecto alumnos y alumnas han elaborado un cuestionario sobre hábitos alimenticios dirigido a 17 familias, han diseñado un cartel de sensibilización y han impartido unas charlas sobre nutrición a todas las familias del residencial.

La experiencia se ha trasladado a responsables de voluntariado como ejemplo de Buenas Prácticas de voluntariado. Y de cara al próximo curso, la idea desde el residencial es hacer las charlas dirigidas a adolescentes e incluso ofrecer la iniciativa para que se replique como ApS en otros centros de Cáritas Madrid.

El aprendizaje que han dado versus el que se han llevado

Que el proyecto ha sido un éxito nos lo dicen las familias, y los compañeros del equipo técnico y de voluntariado de Jubileo, quienes se han mostrado satisfechas con las charlas y la propuesta de las y los estudiantes.

Pero son ello, los jóvenes, quienes se llevan a su vez un aprendizaje en valores, en empatía, en humildad. Serán futuros profesionales con sensibilidad social. Nos lo cuentan ellos mismos, satisfechos y emocionados con su proyecto:

“Personalmente, he logrado entender la situación económica de este grupo de personas; no todas las personas optamos a la misma educación desafortunadamente, pero que esto no es un impedimento para seguir aprendiendo” (Ámbar León).

“Ha sido una oportunidad poder trabajar con las familias, ajenas a nuestros entornos, de las que hemos aprendido sobre sus vidas, sus hábitos, la alimentación que llevan o su tipo de economía; me ha parecido enriquecedor porque no sólo nosotros íbamos a enseñarles algo, ellos ya nos estaban enseñando algo a nosotros” (Camila López).

“Vivimos en una nube, eso he pensado mientras hacía el proyecto porque eran personas desconocidas. Y esto me ha demostrado que no solo en nuestra profesión hay que tener en cuenta los conocimientos, sino que también hay que tener muy en cuenta a quien tenemos enfrente” (Jesús Nogales).

“He aprendido a dar un paso más en mis estudios para ponerlos al servicio de la población. Además me he sentido muy bien acogida por parte de Cáritas Madrid y las familias que nos han prestado atención y dado confianza” (Paula López).