Aprender a vivir de otra manera: Cuidar la tierra, Cuidar lo humano
Cáritas Madrid 7 de Marzo de 2017Escuela de vida en los arciprestazgos Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II
Escuela de vida en los arciprestazgos Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 7 de marzo de 2017.- Es curioso, cómo de forma similar a cuando hacemos cursos de informática (nivel básico, nivel avanzado), las personas vivimos esos dos niveles vitales: un nivel básico, de no hacer daño a nadie, no robar, no matar, llevar una vida sensata, cuidar de mi familia..., y un nivel más avanzado: nos sentimos vocacionados a hacer el bien, a preocuparnos por dejar este mundo mejor que nos lo encontramos... Y converger en esos dos niveles es el camino de nuestra vida (y una propuesta por cierto, muy aprovechable para esta Cuaresma).
El papa Francisco con el regalo que ha hecho a la Iglesia y a la Humanidad con la Laudato Sí', nos aporta unas claves de conversión ecológica, social y espiritual para hacer posible esa convergencia entre cuidar lo humano y cuidar la Tierra como lugar común creado por Dios para la fructificación de la vida.
Desde estas premisas, a poco que arrasquemos, vamos siendo conscientes que con nuestros estilos y hábitos de vivir, generamos dolor aunque no nos demos cuenta. Detrás de lo que consumimos, de nuestra formas de desplazarnos, se alimentan dinámicas de injusticia y explotación de personas y destrucción del medio ambiente. Este sistema injusto, ha puesto en el centro al beneficio económico y no a la realidad del ser humano. Nuestra sociedad es desquiciante: estamos mal alimentados, destruímos materias primas, expoliamos recursos. La mitad de los antibióticos de la Unión Europea van destinados al consumo animal del cual luego nos alimentamos nosotros. Pero no hay que ser fundamentalistas, lo importante, es combinar valores, abrir esos itinerarios personales y comunitarios de conversión.Y todo lleva su proceso de cambio, que suele ser lento.
El criterio que nos mueve suele ser lo más barato, rápido y cómodo, cuando el criterio debe ser lo que menos contamine y lo que menos haga daño, aunque nos genere incomodidad. Todo esto es un proceso de años de sensibilización en nuestras conciencias. Es lo que ha movido a 21 voluntarios reunidos en Escuela de Vida en la parroquia Espíritu Santo de Vicaría II, animados y motivados por José Eizaguirre, que nos compartió su estilo de vida comunitario junto a otras personas que lo van haciendo posible.
El desajuste antropológico que impera en el mundo actual, hace por ejemplo, que los bancos sean los principales causantes de injusticia y desigualdad. La banca ética es una posible alternativa. Nuestras comodidades vitales invierten en daño al ser humano y su entorno y nos hace daño a nosotros. Lo que es cierto, es que esta avidez de consumo que llevamos a nivel planetario, es insostenible y mata la vida. Y una manera de vivir alternativa, no se puede sostener en el tiempo y generarnos bien ser y bienestar, sino está sostenida por una espiritualidad que nos haga estar conectados a toda la realidad viviente, como afirma Francisco varias veces en la Laudato Sí.
Una espiritualidad que nos haga que nos duela lo ajeno que es nuestro: el drama de los refugiados y desplazados, etc. Respirar, alimentarnos, vivir con gozo el asombro de la vida, es una experiencia maravillosa. La información y el conocimiento no nos cambian la vida,lo que nos la cambia es dejarnos envolver por los caminos que Dios nos muestra.
Aprovechemos esta Cuaresma. Desde Cáritas tenemos mucho que vivir y aportar.