Amparo Cebrián, testimonio ejemplar de una voluntaria de Cáritas Vicaría IV

Cáritas Madrid 4 de Diciembre de 2017

Mañana es el Día Internacional del Voluntariado, por eso hoy queremos reflejar, el testimonio de miles de voluntarios de Cáritas Madrid, que con su implicación y entrega hacen que poco a poco vaya cambiando el mundo

 

Cáritas Madrid. 4 de diciembre de 2017.- Mañana es el Día Internacional del Voluntariado, por eso hoy queremos reflejar, el testimonio de miles de voluntarios de Cáritas Madrid, que con su implicación y entrega, hacen que poco a poco vaya cambiando el mundo. Nos acercamos a conocer a Amparo Cebrián, madrileña de Camporreal, tiene sesenta y siete años y es voluntaria de la Vicaría IV desde hace dos.


Amparo empezó a colaborar con Cáritas tras ir a la charla institucional y escuchar a la persona que la dio, decir que para ser voluntario sólo hace falta tener buen corazón y querer ayudar a los demás y que todo el mundo puede ayudar en la medida de sus posibilidades; así, por ejemplo, un ciego no puede ver, pero si oír y hablar. Ella pensaba que no estaba capacitada para hacer voluntariado, pero estas palabras la animaron a ello y, tras rellenar la ficha correspondiente recibió en seguida la llamada de Cáritas proponiéndole ser voluntaria.


Colabora en el portal del Voluntariado actualizando información de altas, bajas, número de voluntarios, ubicación de éstos por proyectos, escaneo de documentos (dice con muy buen humor que tiene un “máster en escaneo”) y demás tareas que van surgiendo.


Acude a la Vivaría IV todos los martes y jueves de 9:00 a 13:00h. y lo hace feliz, a pesar de que para ello tiene que levantarse a las 7:00h. de la mañana.


En el Portal del Voluntariado Amparo trabaja con Chus, voluntaria de Cáritas desde hace año y medio. Las dos se complementan muy bien y se tienen mucho cariño, se respira un ambiente buenísimo.


Desde hace siete años, Amparo tiene parkinson (no se le nota mucho, la verdad) lo que no la ha impedido trabajar como voluntaria con una dedicación encomiable. Es más, según ella, ha mejorado sustancialmente de su enfermedad desde que es voluntaria de Cáritas, gracias al cariño y alegría que recibe de los compañeros y a que se siente útil haciendo algo por los demás.


Amparo es muy religiosa, se unió al Camino Neocatecumenal, donde dice que se encontró con Dios, hace más de treinta años. Luego, estando ya enferma, hizo una peregrinación a Bosnia para ver a la Virgen de Medjugorje, y tras la misma mejoró mucho su salud. Desde entonces es muy devota de la Virgen María.


Amparo está enormemente agradecida a Cáritas por lo bien que la recibieron desde el principio, con tanto cariño y alegría. Dice que la alegría que se respira en la Vicaría sólo la puede dar Dios, a quien agradece haberla llevado hasta allí para llenar su tiempo ayudando a los demás.


Le hubiera gustado ir a hospitales, a comedores sociales o algo parecido, pero entiende que Dios la quiere donde está para ayudar en lo que pueda. Se siente útil, contenta y alegre gracias a Cáritas.Amparo es un ejemplo a seguir.


Damos las gracias a Amparo por concedernos esta entrevista y por compartir con el equipo de la Vicaria IV su tiempo, su gran corazón  y su actitud de entrega a los demás.

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