Algo más que una tarde en la piscina
Cáritas Madrid 17 de Agosto de 2016Miguel, usuario del Centro de Personas Sin Hogar nos acerca su experiencia en una tarde con momentos donde se pudo compartir vida.
Miguel, usuario del Centro de Personas Sin Hogar nos acerca su experiencia en una tarde con momentos donde se pudo compartir vida.
Cáritas Madrid. 17 de agosto de 2016.- Las personas que se encuentran en el proyecto de personas sin hogar de Cáritas Madrid, todas las tardes de los jueves, está yendo a la piscina, estos meses estivales.
En esta ocasión, Miguel nos ha querido contar su experiencia en una tarde que al final supuso algo más que un chapuzón.
Desde que se puso en el tablón de anuncios la lista para apuntarse a una tarde de piscina, fuimos muchos los que nos quisimos hacer a la idea que eso era una manera de salir de la monotonía del día a día, (craso error).
Cuando el Jueves nos juntamos todos en el centro antes de salir para la piscina, cada uno iba por su lado, unos decían que una vez en la piscina, querían ligar, otros que se iban a dedicar a hacer el gamberro en el agua, y muchas cosas más…
Pues bien, cuando a las cuatro de la tarde salimos del centro, la actitud de todos cambio radicalmente, personas que prácticamente no nos hablábamos, ni siquiera para darnos los “buenos días”, empezamos a hablar entre nosotros, cosas sin importancia, dejando atrás nuestros problemas y diferencias, se formó un ambiente de cordialidad y sinceridad que hasta ese momento no existía; es más se comentó que al acompañarnos una persona del centro, Carmen, íbamos a estar un poco controlados, pero desde el primer momento sentimos nuestra equivocación, el responsable del centro no era tal, era uno más del grupo, en ningún momento la vimos con desconfianza.
Cuando llegamos a la piscina, yo, observé que de lo dicho no había nada, estuvimos todos juntos, hablando, riéndonos, gastando bromas, tanto dentro del agua como fuera, nos tomamos una coca cola, y unas chucherías, y se entablo una conversación tonta, pero en la que participamos todos, hasta la responsable del centro, no como tal, sino como una más de nosotros, y luego cuando regresamos al centro y comentamos entre nosotros como lo habíamos pasado, todos coincidimos en que había sido maravilloso poder tener estas horas de alegría.
Tú me preguntas como vi la experiencia y mi contestación, al igual, pienso que la de los demás es:
MARAVILLOSO