Acompañar la espiritualidad del compromiso, dar esperanza al sufrimiento

Cáritas Madrid 14 de Febrero de 2017

El equipo de sacerdotes coordinadores de Cáritas en Vicaría II reflexionan sobre sus funciones

El equipo de sacerdotes coordinadores de Cáritas en Vicaría II reflexionan sobre sus funciones.


Cáritas Madrid. 14 de febrero de 2017.-La riqueza y el potencial de la actuación de Cáritas, se sostiene y alimenta día a día desde la conjugación del ser y el hacer del compromiso social.Y ese compromiso es nutrido por los agentes de Cáritas: voluntarios, curas, educadores, colaboradores... dando lo mejor de sus vidas y trayectorias, cada uno desde su responsabilidad y funciones.


El equipo de sacerdotes coordinadores de Cáritas Vicaría II, ha tenido una reunión de trabajo dentro de su espacio mensual de encontrarse, para priorizar y dar continuidad a las funciones y tareas que suelen venir desarrollando en sus territorios, tanto con los voluntarios como con sus compañeros curas. Así, las funciones que han priorizado, situadas por bloques, fueron las siguientes:


  • En el cuidado de la espiritualidad de Cáritas

      - Clarificar la dimensión evangélica de la intervención social de Cáritas, fomentando la mística y la dimensión teológico pastoral de dicha intervención.
      - Discernir la realidad actual desde la sabiduría del Evangelio.
      - Animar Cáritas como misión de la Comunidad Cristiana para dar razones de esperanza y justicia a los que sufren y les acompañan como voluntarios.

  • Desde el acompañamiento a los voluntarios y a los compañeros curas

      - Ayudar y coordinarse con los curas de su zona, informando de los avances y dificultades de la actuación de Cáritas, caminando todos en la misma dirección.
      - Dinamizar procesos de acompañamiento personal y comunitario con el voluntariado.
     - Colaborar y complementarse a la labor ejercida por los voluntarios y trabajadores de Cáritas que coordinan proyectos y acciones.


Compartiendo después un fecundo diálogo: Cáritas es la mejor y más amable presencia de la Iglesia de cara a la sociedad, por su trabajo y contribución al bienestar de los más empobrecidos.Intentar vivir la utopía de un mundo mejor, acorde a los planes de Dios, pero sin caer en idealismos teóricos sino haciendo realidad cada día nuestra taarea, con pasión y entrega, siendo conscientes de nuestras dificultades y propias pobrezas. Los curas constatan desde su experiencia pastoral, que la gente es muy agradecida si hay cercanía y acogida a su realidad sufriente y de apoyo a restaurar su dignidad herida por la pobreza.

 

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