Acompañamos a nuestros mayores y creamos puentes con las generaciones del futuro
Cáritas Madrid 26 de Julio de 2019 Desde Cáritas Madrid hoy renovamos nuestro compromiso con ellos: ponemos en lugar preferente sus derechos y sus necesidades y creamos puentes entre generaciones para construir una sociedad con valores, con futuro. Así fue la experiencia de los niños de Cañada Real en la Residencia para personas mayores Fundación Santa Lucía de Cáritas Diocesana de Madrid.
Desde Cáritas Madrid hoy renovamos nuestro compromiso con ellos: ponemos en lugar preferente sus derechos y sus necesidades y creamos puentes entre generaciones para construir una sociedad con valores, con futuro. Así fue la experiencia de los niños de Cañada Real en la Residencia para personas mayores Fundación Santa Lucía de Cáritas Diocesana de Madrid.
Cáritas Madrid.- Desde Cáritas Madrid queremos poner en valor la presencia y la labor que tanto familiar como socialmente hacen las personas mayores. Una labor que tiene una profunda raíz familiar, aunque cuenta con una dimensión social e institucional que no puede perderse de vista, sobre todo en la sociedad actual. Los abuelos y mayores son los mejores testigos de los valores fundamentales de la vida y los grandes trasmisores de cariño y amor de nuestra sociedad.
La preocupación
En la Comunidad de Madrid hay 270.500 personas mayores de 65 años que viven solas. De éstas, 201.000 son mujeres y 69.000 son hombres, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al año 2018. De ellas, 130.000 están en la ciudad de Madrid, donde el 30,8% de los hogares son unipersonales según un estudio de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS). Esta proporción es además cada vez y más preocupante, ya que en el 22,8% de los hogares unipersonales, la persona que los habita tiene más de 80 años.
Nuestro granito de arena
Conscientes de estas preocupantes cifras, desde Cáritas Diocesana impulsamos proyectos que tienen a las personas mayores en el centro, en distintos niveles y ámbitos de actuación o acompañamiento. Ponemos en lugar preferente sus derechos, sus necesidades y la convivencia entre generaciones.
Se trata de experiencias en las que buscamos que los jóvenes se preocupen de los mayores y sepan ponerles en valor. Porque de esa manera generaremos una sociedad con valores, con futuro. Son momentos que sacan a los mayores de su rutina y les ayuda a recuperar su autoestima y mejorar el estado de ánimo.
En este curso, desde Cáritas Madrid hemos fomentado las experiencias intergeneracionales entre los menores a los que acompañamos desde los diferentes proyectos de la Diócesis y las personas que acogemos en la Residencia de Mayores Santa Lucía. Hasta allí se han desplazado los chicos y chicas que acudieron en Semana Santa a las Colonias Urbanas para pasar dos tardes con los mayores y realizar actividades de papiroflexia y decoración de maceteros. Esta misma experiencia interganeracional se repitió con los escolares de Patrocinio de María, que acudieron a la residencia para compartir con los mayores su tiempo, energía y disposición en una visita que surgió tras una presentación en su colegio de los proyectos y actividades que realiza Cáritas en el territorio de la Vicaría I, al que pertenecen.
Mayores y pequeños hicieron varios grupos, y juntos realizaron un concurso de adivinanzas de refrantes y se divirtieron haciendo ranas con papiroflexia y pulseras con gomas. "La mayoría de las veces, los mayores aconsejaban a los niños cómo hacer los trabajos y eran los más pequeños los que acababan haciendo las manualidades al gusto y bajo los consejos de los mayores", explica Bea, terapeuta de la residencia. "Se crea una relación de confianza y apoyo preciosa de la que salieron beneficiados todos".