Acercar a los jóvenes el sinhogarismo desde una perspectiva de fragilidad humana e inclusión 

Lo hacemos de la mano de Cáritas Vicaría II y de la Casa de Acogida “San Agustín y Santa Mónica” de Cáritas Madrid, a través de la sensibilización en centros educativos.

Se trata de una labor continuada desde las vicarías: la de sensibilizar desde edades tempranas sobre problemas y necesidades sociales de Madrid para contar en el futuro, además de con profesionales formados, con personas solidarias y corresponsables con su entorno. 

El objetivo de los equipos parte por eliminar prejuicios, mostrando las realidades con las que coexistimos, y tratando de entender cómo una personas puede verse en una situación de exclusión. Hablarles a los jóvenes es ayudarles a desmontar estereotipos. A través de dinámicas, como videos testimoniales, tablas de datos o la exposición de casos concretos se muestra la realidad y la diversidad de causas que pueden llevar a personas, antes integradas en la sociedad,  a pasar a formar parte del grupo de personas excluidas.

Cáritas Vicaría II ha abordado en este pasado trimestre el sinhogarismo y ha impartido varias sesiones, acompañadas por personas de la Casa de Acogida, quienes cuentan de primera mano qué es ser una persona sin hogar, qué recursos se les ofrecen y qué dificultades encuentran para su inclusión en la sociedad. Además de hablarles del voluntariado en este ámbito.

En concreto han estado en diferentes centros educativos de Madrid, como son Nuevo Equipo, Menesiano, San José y el Centro Nazaret. Las sesiones se han adaptado a las diferentes edades y cursos y han seguido un esquema parecido: incidir en la importancia del voluntariado y su papel en Cáritas Madrid; acercarles la Casa de Acogida, de la mano de personas contratadas – como son Leticia Gorospe y el educador social Diego Arqués-, voluntarias y acompañadas; y la visita de los alumnos a la Casa de Acogida.

El sinhogarismo es un problema social acuciante. Cáritas Madrid cuenta con diferentes recursos, como el centro CEDIA 24 Horas, así como la Casa de Acogida, entre otros. Donde se acoge, acompaña y promueve la reintegración social de personas que sufren la situación de calle en Madrid. Estas personas han vivido en delicadas condiciones, arrastrando experiencias dolorosas y situaciones personales que en algunos casos vienen motivadas por problemas de salud.

La Casa de Acogida “San Agustín y Santa Mónica” es, como han contado a alumnos y alumnas, un espacio que acoge a aquellas personas que ya han superado crisis graves y están preparadas para iniciar el camino de una futura integración dentro de la sociedad. Para ello se les orienta y se les ofrece formación y ayuda en la búsqueda de empleo y vivienda.

Hablarles de sinhogarismo les da la perspectiva humana que estos jóvenes necesitan para comprender y solidarizarse, así como para desmontar los clichés y valorar la cohesión familiar, la amistad y el espíritu de ayuda mutua.

Como dice el papa Francisco es fundamental ponerse en los zapatos de este sector de población para comprender sus dificultades y sufrimientos, así como lo difícil que es salir de esas circunstancias. Y el alumnado lo comprende bien, como nos dicen desde la Vicaría II, “comprenden la fragilidad de nuestra sociedad y la clave para cambiarla y hacerla más justa a través de la comprensión y empatía”.