Abrimos, como San Diego, nuestros brazos y proyectos a la comunidad

23 de Noviembre de 2022

En California hay una ciudad, San Diego, que debe su nombre a un humilde hermano lego franciscano, Diego de Alcalá, canonizado en 1588 por el papa Pío IV. El único santo canonizado en el convulso siglo de la Reforma protestante. De San Diego de Alcalá, misionero en Canarias, cabe destacar su caridad hacia los pobres. Tal era su dedicación a los necesitados, que sus hermanos la llegaron a considerar un tanto excesiva.  Su festividad se celebra el catorce de noviembre. Y como no podría ser de otra manera, ha sido un día importante en la parroquia de San Diego, perteneciente a Cáritas Vicaría IV. La Cáritas parroquial y las personas integrantes de Mambré, un proyecto de acompañamiento a personas mayores vinculado a Cáritas, se han sumado a la celebración.

Nos ha contado este “precioso evento parroquial” la hermana Irene, misionera oblata y miembro de la Cáritas parroquial y de Mambré. En concreto se ha tratado de "Expogrupos", una actividad organizada en el patio y alrededores de la parroquia, donde cada grupo ha preparado un stand para dar a conocer quiénes somos y lo qué hacemos para vivir la fe en comunidad. La idea ha sido que tras cada Eucaristía, las personas interesadas pudiesen pasar, ver, dialogar y participar en cada grupo. Abrirnos, como San Diego, a los demás.

Entre los materiales con los que ha contado el equipo de la Cáritas parroquial había un pequeño y artesanal laberinto hecho de cartón, con el que se transmitía a las niñas y a los niños un mensaje muy importante: por difícil que sea una situación, siempre hay salida

De esta creativa e ilusionante actividad, donde abrir nuestros brazos y nuestra labor social a todas las personas, nos quedamos con esta reflexión que nos hacen desde los equipos de la Vicaría IV de San Diego y de Mambré que han participado:

“El compartir fraterno entre los grupos nos ha enriquecido, tenemos más personas voluntarias en el proyecto de mayores Mambré, y hemos disfrutado de lo que vivimos como comunidad eclesial”.
 

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