4º Domingo de Adviento: Confía y sirve
Cáritas Madrid 19 de Diciembre de 2015Tiempo de escucha, de fe confiada, de servicio generoso, de imitar a María.
Tiempo de escucha, de fe confiada, de servicio generoso, de imitar a María.
Cáritas Madrid. 20 de diciembre de 2015.- Poco a poco se ha ido iluminando nuestra esperanza. La luz ha ido aumentando semana tras semana. Está a punto de llegar la gran luz, CRISTO, que con su claridad hará palidecer todas las demás.
Las lecturas de este domingo son: Mi 5, 2-5a (primera lectura), Hb 10, 5-10 (segunda lectura) y Lc 1, 39-45 (evangelio).
En estas lecturas se nos interpela: ¿ciertamente se ha encendido la luz en nuestro interior? ¿En qué ocasiones concretas descubrimos que hemos sido luz para los demás durante el Adviento?.
Acerquémonos a María. Ella nos mostrará que el Señor viven a liberarnos de todas nuestras esclavitudes. Él puede sacarnos de la mediocridad, puede igualar nuestras desigualdades. María no se guarda la dicha para sí misma, sale a ofrecer a la humanidad al "Dios hecho hombre". A María se le ha preguntado si quiere ser portadora de Dios en medio de un mundo duro y difícil, y ella, sin cuestionar, sin pedir seguridades, sin hechos que lo justifiquen..., se abre a la novedad de Dios.
Ahí la tenemos, en camino, cruzando las montañas para ayudar a quien la necesita. Unámonos a su prima Isabel para decirle: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu viente!.
La mirada a los acontecimientos del mundo (cercanos y lejanos) puede llevarnos al desaliento. ¡Son muchas las razones del pesimista para alimentar su pesimismo! Pero Dios no se queda impasible. A las puertas de la Navidad nos anima. Actúa como lo hace siempre: confundiendo al razonamiento humano; lo pequeño destrona al fuerte y lo débil al grande. También sus seguidores se levantan, como María, porque han escuchado al anuncio del Señor. Hoy Cáritas, nosotros, estamos invitados a actuar.
Encendido de la 4ª vela de Adviento
Encendemos la cuarta vela. Ilumina nuestros corazones paa que veamos con mayor claridad la llegada del Salvador.
Nos invita a superar miedos y frustraciones, a vivir el gozo del Adviento. No hay motivo para la tristeza. Está próxima la Navidad. La llegada del Salvador nos hace cantar y alabar a Dios, que sigue actuando en medio de nuestras vidas. Así lo hizo Isabel, así lo hizo María, así lo hacemos nosotros.
Para la reflexión y el diálogo
¿Cómo voy a vivir esta semana de Adviento-Navidad? ¿Cómo vivir y expresar con todos los que me rodean la ternura de Dios hecho niño para que nosotros vivamos el mismo amor con la misma ternura?