30 personas acuden al Taller de Costura de Cáritas Vicaría IV
Cáritas Madrid 1 de Marzo de 2016Taller de Costura del Centro Educacional Territorial de Adultos, proyecto de Cáritas de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, de Cáritas Vicaría IV.
Taller de Costura del Centro Educacional Territorial de Adultos, proyecto de Cáritas de la parroquia Nuestra Señora de la Paz, de Cáritas Vicaría IV.
Cáritas Madrid. 1 de marzo de 2016.- La Vicaría IV de Cáritas Madrid desarrolla en la parroquia Nuestra Señora de la Paz talleres de alfabetización, de inglés y de habilidades domésticas, entre los que se encuentra un taller de costura que tiene lugar los jueves de 18:30 a 20:00 horas para todas aquellas personas que acuden al Centro Educacional de Adultos.
El taller comenzó su andadura en 2013 y actualmente participan en el mismo entre 20 y 23 personas, que forman un grupo muy heterogéneo, con personas mayores, jóvenes, la mayoría mujeres aunque también asiste algún hombre como Ahmed. Marroquí que asiste habitualmente al taller y ayuda a todos con su buena disposición y habilidad.
Las clases las imparten tres voluntarias muy cualificadas, Teresa, Dori y Beatriz, a quienes en ocasiones también acompaña Bárbara, la trabajadora social de la Parroquia, de quien dependen unos 80 voluntarios y que hace una labor extraordinaria. Las personas que lo necesitan cuentan con servicio de guardería para sus hijos mientras están en el taller. Dicho servicio lo presta Marina, voluntaria de Cáritas.
En el taller se enseña en primer lugar las tareas de costura básica como pueden ser coser un dobladillo, botones o arreglar una cremallera. Luego se va avanzando en el aprendizaje de cualquier arreglo de ropa y los asistentes llegan a confeccionar bolsos, guantes, gorros, ropa para niños pequeños, mantas de lana, etc. También se hacen en el taller arreglos para ropa de sacerdotes de la parroquia y trajes para la Virgen.
La Parroquia cuenta con tres máquinas de coser, que han sido donadas por voluntarios y que utilizan los participantes para realizar sus trabajos. Los materiales los suelen aportar también voluntarios de Cáritas.
Habitualmente la asistencia al taller es muy alta y las personas que participan en el mismo están muy contentas, van progresando, se llevan cosas de casa al taller para hacer arreglos, hacen desde punto y ganchillo hasta trabajos más complicados con las máquinas de coser.
Es curioso el caso de Ahmed, joven marroquí con dos hijos de tres y cinco años (éste estudia ya en el colegio de Nuestra Señora de la Paz), que acude al taller muy motivado y que tiene una gran habilidad para las tareas de costura. Ha hecho desde fundas de sillas hasta bolsos, batas, cestas, guantes, aparte de todo tipo de arreglos de prendas de vestir. También asiste al taller su mujer y dejan a los niños en la guardería
En este Taller se respira un ambiente de compañerismo muy bueno, las voluntarias están en todo momento pendientes de los alumnos a quienes ayudan y cuyas tareas supervisan. Éstos, por su parte, se sienten motivados y transmiten su ilusión por aprender.