Preparar el camino hacia la Pascua: Un tiempo de conversión y esperanza

Pilar Algarate 15 de Febrero de 2025

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha publicado una carta pastoral con motivo de la Cuaresma donde nos invita a iniciar un tiempo de reflexión profunda y conversión personal, con la mirada puesta en la Pascua. Bajo el lema "Conviértete y cree en la esperanza", el Cardenal nos recuerda que, en medio de los desafíos del mundo actual, la verdadera esperanza se encuentra en el encuentro con Cristo, que nos llama a ser "peregrinos de esperanza". En este tiempo jubilar, la carta nos anima a renovar nuestro compromiso con la misión bautismal, vivir en comunidad y ofrecer respuestas concretas al sufrimiento y la vulnerabilidad que nos rodea, abriendo así el camino hacia una Pascua vivida en plena esperanza y conversión.

Realizamos un pequeño resumen de la Carta Pastoral que puedes descargar AQUÍ

I. LA Esperanza

En este apartado, el cardenal José Cobo nos invita a entrar en un camino de renovación durante la Cuaresma, caminando hacia la Pascua con una fe renovada. En este tiempo de crisis mundial, donde las personas pueden sentirse desanimadas y perdidas, la Esperanza es el antídoto que nos vuelve a encaminar hacia el amor de Dios. El Papa nos invita a hacer de esta Cuaresma una oportunidad para convertirnos a la Esperanza, no solo a nivel personal, sino también comunitario. La Esperanza cristiana es un proceso dinámico que nos lleva a salir de nosotros mismos y caminar en solidaridad hacia la vida eterna, siguiendo el ejemplo de Jesús.

  • Dios Padre: Nos espera con un amor paciente, dispuesto a acompañarnos en nuestras luchas y caídas.
  • Jesucristo: Nos invita a una peregrinación hacia la esperanza de la resurrección, siendo la Resurrección el núcleo de nuestra esperanza.
  • El Espíritu Santo: Nos inspira y mueve hacia el futuro con valentía y audacia, guiándonos en nuestra conversión.
  • La Iglesia: La esperanza no es un asunto individual, sino que se vive en comunidad, y debemos compartirla como discípulos de Cristo.

II. PECADOS CONTRA la Esperanza

El cardenal identifica algunos obstáculos que nos alejan de la Esperanza:

  1. Confundir esperanza con optimismo: La Esperanza cristiana no es ver solo lo positivo, sino abrazar la realidad total con la confianza de que el futuro está en manos de Dios.
  2. El miedo al compromiso: La tentación de rechazar la misión que Dios nos propone por miedo a que nos quite tiempo o comodidad.
  3. La tristeza individualista: Cuando nos centramos solo en nosotros mismos y nos olvidamos de que la Esperanza cristiana es para los demás, especialmente para los pobres y los más necesitados.
  4. Dejarnos arrastrar por la violencia y polarización: La división y la violencia nos alejan de la esperanza, y la Iglesia debe ser un lugar de acogida y reconciliación.
  5. Alejarse de la cruz de Cristo: La Esperanza cristiana se basa en la cruz, un lugar de sufrimiento que se convierte en fuente de vida.
  6. Olvidar a los crucificados y las víctimas: La esperanza se encuentra en aquellos que sufren, como Cristo sufrió por todos.
  7. Dejar de soñar según Dios: La esperanza nos invita a soñar con un futuro mejor, impulsado por el amor y la justicia de Dios.

III. Convertíos y Creed

El cardenal nos invita a reflexionar sobre en quién o en qué ponemos nuestra esperanza. La Cuaresma es un momento para redirigir nuestra esperanza hacia Cristo, el Resucitado. Nos propone tres caminos de conversión:

  1. Renovar nuestro bautismo: Vivir intensamente la vocación cristiana, siendo testigos activos del Evangelio en la vida diaria.
  2. Ponernos a los pies de los crucificados: Practicar la caridad, especialmente hacia los más necesitados, como un signo tangible de nuestra esperanza.
  3. Hacer de nuestros espacios de Iglesia lugares para el encuentro: Promover la unidad, la acogida y la reconciliación en nuestras comunidades, superando divisiones y polarizaciones.

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿Qué necesitamos cultivar para no dejarnos "robar la Esperanza"? (EG 86).
  2. ¿Qué pasos significativos hemos dado en la historia personal y colectiva para iluminar la Esperanza y hacer del mundo un lugar mejor?
  3. ¿Qué hace falta para que tú, tu comunidad y nuestra Iglesia en Madrid, pasemos de la noche a la luz, de la tristeza a la Esperanza?
  4. ¿Dónde están y en qué lugar ocupan en nuestra vida las personas más vulnerables?
  5. ¿Qué podemos hacer para destacar la dignidad bautismal y la corresponsabilidad eclesial de todos en la Iglesia?
  6. ¿Qué pasos podemos dar para mostrar el respeto a las diferencias y la vocación a la unidad?

 

 

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