Cumplir años es siempre motivo de alegría, aunque dejen nostalgia los 'achaques' que se cronifican

Cumplir años es un motivo de alegría, porque significa que los proyectos mantienen sus puertas abiertas para acoger y recibir; nos queda por otro lado la nostalgia y algo de desesperanza, porque las necesidades de las familias vulnerables se envejecen, y como si de una enfermedad propia de los años se tratase, se cronifican.

Pero en esta ocasión en Cáritas Vicaría IV han celebrado el aniversario de una de sus iniciativas. En concreto se cumplen tres años del servicio de dispensación de alimentos, a través del cual, además de escuchar y acompañar a las familias, se les ofrece productos de primera necesidad. No olvidemos que, más allá del asistencialismo, se trata de garantizar un derecho, el derecho a la alimentación básica de las familias y personas más desfavorecidas. 

Se trata de celebrar el encuentro. Lo han hecho con alegría.  Además de los componentes del equipo, han respondido a la invitación las personas voluntarias de las Acogidas y sacerdotes del arciprestazgo de San Pablo, personas colaboradoras y representantes de la dirección de Cáritas de la Vicaría. “Juntos hemos disfrutado de un encuentro gozoso, familiar y distendido en torno a la presentación y reflexión sobre los fundamentos, identidad y misión de este nuevo modelo de dispensación de alimentos”, nos decían desde la vicaría.

También ha habido espacio para la reflexión, y donde evaluar de qué manera los programas asistenciales podrían derivar en pueden derivar en proyectos que den más autonomía.

Como en toda celebración, se ha cerrado con agradecimientos por el tiempo dedicado a acompañar a las personas más vulnerables; también ha habido un aperitivo para concluir con buen sabor de boca. Y cómo no, un deseo: el de que en esta nueva etapa se den pasos para acercar y vivir el Evangelio de la caridad con todas las personas.