Acoger la humanidad que nos cuida y libera

Cáritas Madrid 11 de Enero de 2019

Celebración de la Navidad en el Centro de Cáritas "San Blas y Canillejas" de Cáritas Vicaría II

Celebración de la Navidad en el Centro de Cáritas "San Blas y Canillejas" de Cáritas Vicaría II.


Cáritas Madrid. 11 de enero de 2019.- En  una mañana  en la que nos reunimos, los voluntarios para desearnos unas Felices  Fiestas, lo primero fue rezar ante el belén, iluminado por velas, para dar gracias por una nueva navidad y para que  el Señor nos ayude a iluminar los días de aquellos que nos necesiten.


Cómo no queríamos que fuese solo una reunión de despedida de año, aprovechamos para realizar una dinámica que nos hiciese reflexionar sobre nuestra forma individual de acercarnos al servicio de la caridad y de la entrega a los demás.


Para verlo de forma directa y sobre todo entretenida, recurrimos a una dinámica que mediante la sorpresa y la acción nos proporcione una reacción interiorizada y rápida de nuestros pensamientos y motivaciones reales. Pensamos que reconocer cual  es nuestro auténtico motivo para realizar nuestra labor nos podría ayudar a motivarnos o a ser más honestos con nosotros mismos. Así que con la ayuda de tres voluntarios que se prestaron al juego, comenzamos, les hicimos salir al principio y les explicamos que debían hacer y como:


El primero de ellos entraría en la sala con los ojos vendados por un pañuelo, su cometido era obedecer la instrucción de entrar y repartir de forma mecánica y eficaz unos folios, al finalizar se daría la vuelta, se quitaría el pañuelo se colocaría de forma anónima junto a los asistentes.


El segundo entraría vendado con el mismo pañuelo pero sería ayudado por sus amigos-compañeros, que le irán diciendo los nombres de las personas a las que eran entregadas las hojas a la vez que le ayudaban en su tarea; cuando terminara, se le quitaría el pañuelo de los ojos y volvería a reunirse con su grupo.


Por último, el tercer participante llevaría el pañuelo también pero tan flojo que al menor movimiento se le caería y vería a a quien le entregaba los folios, los reconocería y podría hablar con ellos.


En una pizarra se anotaron una serie de cuestiones para ser respondidas por los participantes y los presentes: ¿Cómo te has sentido?, ¿En que grupo de repartidor o voluntario te gustaría estar?, ¿ te conformarías con estar en el primer grupo?, etc…


Todo esto da lugar a la participación de todos y a la exposición de sus posturas y objetivos dentro de la labor y el servicio del voluntariado.


Las  opiniones y criterios sobre el compromiso del voluntariado fueron variadas y sirvieron para conocernos mejor unos a otros y ver el grado de compromiso en función de las razones que les habían llevado hasta allí.


Como punto común el deseo de dar parte del tiempo y de la experiencia personal al servicio de los demás que es el motor para que la maquinaria humana del voluntariado siga gozando de buena salud y continúe desde el corazón hasta que la sociedad cambie y la justicia social y el hermanamiento entre todos los hombres, lo haga innecesario. ¡!!ESE SERÁ UN GRAN DÍA!!!

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