Mambré: un proyecto para acompañar desde la escucha a nuestros mayores
admin admin admin 6 de Mayo de 2022Religiosas, personas voluntarias y Cáritas Vicaría IV se vuelcan en el cuidado a los mayores, con la escucha, la atención y el acompañamiento espiritual.
Las Misioneras Oblatas de María Inmaculada, con el apoyo de la comunidad parroquial de San Diego, perteneciente a Vicaría IV, y de las personas voluntarias que colaboran en la misma, han impulsado el proyecto Mambré.
Se trata de un proyecto dirigido a las personas mayores, enfermas en soledad y con problemas de movilidad, para acompañarlas. Como dicen Irene Aguilar, misionera oblata responsable del proyecto, y Maya Nogal, persona responsable de Cáritas del arciprestazgo de San Diego, “a las personas mayores se les ofrece, además de apoyo y escucha, acompañamiento espiritual”.
Para ello se llevan a cabo diferentes actividades, como:
- Visitas a domicilio
- Llamadas telefónicas quincenales
- Un encuentro trimestral en la parroquia
- Llevar la Comunión a sus casas a las personas que lo pidan
- Ofrecer la Unción de los enfermos
- O motivar a participar en otras actividades lúdicas, como celebración de festivos.
Aunque en la parroquia se visita a enfermos y personas mayores en soledad desde hace mucho tiempo, el proyecto como tal ha ido tomando forma a partir de octubre de 2019, justo antes de la pandemia.
En esta iniciativa participan ya unos veinte voluntarios y voluntarias, además de diez ministros que llevan la Comunión a las personas que no pueden acudir a la iglesia los domingos. También cuenta con el apoyo incondicional de la parroquia y de los sacerdotes. Y se realiza en colaboración con el Centro de Salud de Solvedilla y la Farmacia de la Torre García, quienes facilitan la labor.
La presentación del proyecto ha tenido lugar en la parroquia de San Diego, con motivo de la visita pastoral del obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino. Varias voluntarias han aprovechado la presentación para dar su propio testimonio. Así, Pilar ha destacado “lo agradecidas que son las personas atendidas y lo gratificante que es” para ella esta tarea. Mari Carmen, por su parte, dice que ve “la mano de Dios en el proyecto”. Y Carolina, una joven voluntaria, ha destacado el crecimiento de fe y alegría y que le aporta participar en este proyecto.